Cuántas veces hemos escuchado fastidiosamente esto desde que éramos niñas y se lo sigue repitiendo, porque supuestamente las mujeres debemos cruzar las piernas como “reinas de belleza” o mantenerlas cerradas por lo menos. Y es que hacer lo contrario significa que nos estamos exponiendo, que estamos ofreciendo nuestra vagina, que estamos hechas las “locas” o somos vulgarmente “marimachas”. Si eres niño, desde pequeño deberás sentarte con las piernas abiertas, porque aparentemente así no aplastas ese “potencial” que tienes en medio llamado pene. Así, hasta el día encontramos a muchos hombres en el transporte público sentados con las piernas bien abiertas, ocupando innecesariamente dos puestos y privando a muchos de sentarse. Si el niño hace lo contrario, entonces se está comportando como una niña.
Y si las niñas usamos vestidos debemos tener un short por debajo, pues si este se levanta nuestro interior queda expuesto a los ojos de todos, pero en la playa no pasa nada, porque estás en traje de baño, y no, no es lo mismo el traje de baño que la ropa interior. Y no es natural ver naturalmente nuestras partes íntimas entre hombres y mujeres, porque las malas intenciones abundan. Entonces, desde niños y niñas ni siquiera tenemos libertad para sentarnos, solamente patrones que nos dicen cómo debemos hacerlo para estar a la “altura de esta sociedad” cargada de roles para mujeres y hombres. Personalmente, desde niña nunca comprendí el “siéntate como mujercita”, me chocaba mucho que se me lo repitiera, pues siempre me sentaba como mejor me sentía. Hay ocasiones en las que abro de extremo a extremo mis piernas, pongo una arriba, otra abajo, en otras también las cruzo o simplemente las cierro, pero me siento como me siento sin pensar en que la manera en la que lo haga me determine como hombre o mujer.
Hay que ir desaprendiendo esas formas absurdas en que se enseñan a los hijos e hijas acerca de cómo deben sentarse para estar dentro del círculo social heterosexual.
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Patricio Vásquez & Mabel Cox
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