Personalmente, Tatiana está muy orgullosa de la adulta que es. Desde luego, han habido muchos cambios no solamente físicos sino también simbólicos, pues somos seres humanos en un proceso de construcción continuo. Así, la Tatiana de ayer, no es la misma de hoy. A esta edad de 29 años, ya hay todo un cúmulo de experiencias, nuevos conocimientos, aprendizajes que se fueron desaprendiendo para adquirir otros conocimientos fuera de esos paradigmas en los que nos encajan desde la niñez.
Lo que voy siendo es el resultado del contacto con lo diferente, con aquello que no está dentro de ese sistema "perfecto" que nos imponen. Justamente, el haberme relacionado con los otros, con aquellos que no tienen cabida en el mundo de los semejantes es lo que me ha permitido ir creando lo mejor de mí misma.
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Primera (papá Russbel Sandoval Vergara). Segunda (Patricio Vásquez)
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