Una cosa es decidir no tener hijos e hijas, eso no nos hace anormales ni antinaturales a las mujeres y hombres que así lo decidimos y otra muy distinta es abortar, porque no se usaron métodos anticonceptivos, porque se los usó incorrectamente o porque simplemente lo único que nos interesa en el acto sexual es no embarazarnos y por eso hacemos de lado al preservativo, el método más seguro para prevenir no solo embarazos no deseados sino también enfermedades de transmisión sexual que ponen en riesgo nuestra salud y nuestra vida.
Aún no siendo el aborto legal, muchos abortan en la clandestinidad y me refiero a muchos, porque el aborto no es una cuestión exclusiva de las mujeres como nos hacen creer, es una decisión que también involucra a los hombres o ya nos hemos olvidado que hay hombres que obligan a las mujeres a abortar y que dan el dinero para esta práctica, eso también es abortar.
Aún siendo legal el aborto, no se ha solucionado nada, los embarazos no deseados no disminuirán ni tampoco las brutales violaciones, solamente que ahora lo que se estaba practicando fuera de la ley ya forma parte de esta.
Para reclamar la legalización del aborto se ha utilizado la frase: “tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos”, claro que tenemos ese derecho, pero lo que considero correcto es: “tenemos derecho a decidir responsablemente sobre nuestros cuerpos”. Amar nuestro cuerpo comienza por ser responsables con él. Así como el contacto sexual es natural, también lo debe ser la manera en la que nos educamos para disfrutar de una vida sexual saludable.
La humanidad nunca aprenderá, pues jamás atacamos la raíz del problema, sólo sus consecuencias. El aborto es el resultado de contactos sexuales sin la debida protección y planificación para evitar hijos no deseados, entonces lo que necesitamos es una educación sexual sin tabúes en los hogares, en las instituciones de educación formal, en el espacio público. El aborto también es el resultado de violaciones, donde participan extraños, conocidos, familiares, entonces lo que necesitamos es endurecer los castigos contra los depravados y prevenir las conductas violentas en todo individuo.
Artículo: Tatiana Sandoval
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