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Foto del escritorTatiana Sandoval Pizarro

Ecuador en el pico más alto de la corrupción

"El poder de infección de la corrupción es más letal que el de las pestes”, lo dijo el escritor, periodista y guionista paraguayo Augusto Roa Bastos.

Hola a todos, bienvenidos a este primer episodio donde tratamos una de las situaciones más detestables que está golpeando sin clemencia a nuestro país junto con la pandemia del Covid-19, la corrupción. Muchos se preguntan si ya llegamos al pico más alto de la corrupción y tememos que no, pues todos los niveles de gobierno (central, provinciales, municipales) se encuentran infectados por este virus desde hace mucho tiempo. La gran mayoría de autoridades nacionales y locales nos siguen dejando el país en pedacitos y qué difícil es reconstruirlo.


Quizás haya a quienes los diferentes casos de corrupción que se han hecho públicos en los últimos tiempos en el país ya no les sorprendan, pues más bien que no hubiese corrupción sería la gran sorpresa. Precisamente esto es lo más duro, la normalización de la corrupción como el consumo del alcohol y del cigarrillo (drogas sociales que no dejan de ser dañinas para el organismo humano como lo son otras drogas, con la única diferencia de que estas se encuentran legalizadas) y en este mismo camino de legalización están quienes nos meten la mano al bolsillo y son galardonados con el trofeo de la impunidad, es por que eso que mientras no haya justicia, la corrupción está muy lejos de ser realmente combatida.


Ser corrupto no es normal y aceptar la corrupción como un hecho de normalidad tampoco lo es.

Este “país chiro”, desfalcado, endeudado al extremo como nos recuerdan cada uno de los mandatarios que han pasado por el Palacio de Carondelet, irónicamente es saqueado por millones. En esta oportunidad nos referimos a algunos de los casos de corrupción que se han desmantelado en tiempos de pandemia, porque para nombrar a todos necesitaríamos más episodios.


Como les decíamos, este “país chiro” tiene funcionarios públicos que han pretendido comprar siete mil kits alimenticios con sobreprecio para ayuda humanitaria durante la emergencia sanitaria, cada kit con 55 productos tendría un precio de $155,00, valor que de acuerdo con la responsable de esta compra cubría transporte, la canasta térmica y los paquetes de fideos libres de gluten, ¡vaya justificación!, un costo adicional por cada canasta para ser transportada, productos que al ser comprados por grandes cantidades deberían tener un costo inferior al individual y que sin embargo se intentaron adquirir a precio al por menor con un proveedor que de último momento cambió de razón social de “Ingeniería de Construcciones” a “Venta de víveres” en el Registro Único de Contribuyentes (RUC). Es que así funcionan las cosas en este país, existiendo tantos proveedores garantizados, con productos de calidad y a buen precio, se termina seleccionando a desconocidos, aparentemente con la oferta más barata en el mercado, esos desconocidos para todos son cercanos a los funcionarios que los contratan y son los mismos que se prestan para sus negocios ilícitos y rentables. El tráfico de influencias ya es una normalidad en esta nación, donde inclusive ferreterías y vendedores de hamburguesas también nos venden medicamentos a un costo muy alto. Y ante las denuncias, ¿qué pasa con los funcionarios implicados?, algunos renuncian al cargo, supuestamente con esta acción se liberan de responsabilidades y el primer mandatario los premia con una reubicación laboral, otros con total descaro continúan en funciones y esto les es permitido, inmediatamente, la culpa se convierte en una pelota que se lanza de una institución a otra y que pasa de funcionario a funcionario, pero la culpa no la tiene nadie, ya que todos argumentan el engaño.


En este bello país también tenemos a destacados funcionarios que se dan el lujo de comprar medicamentos e insumos con sobreprecio, pero en los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social - IESS y los del Ministerio de Salud Pública no hay medicamentos suficientes. En este país donde nos quieren hacer creer que las compras públicas son transparentes tiene contratos irregulares y millonarios con ciertos personajes dedicados a enriquecerse ilícitamente a través de convenios preferenciales con el sector público. En la época más crucial de la pandemia hicieron su agosto aquellos que no les importó más que contar grandes cantidades de dólares en sus manos a costa de la vida y el dolor de los demás, fue así como se hicieron compras fraudulentas de mascarillas, fundas para cadáveres, pruebas para detectar el Covid-19, etc, la lista es bastante grande. Comprar ha sido la mejor oportunidad de los corruptos para robarnos, así que cada vez que anuncien con “bombos y platillos” la adquisición de algo nos queda el beneficio de la duda si es que lo que se adquirió está sobrevalorado.


Cada día son más casos de corrupción que se suman a los otros, cada día sabemos lo fácil que es sacar de las bodegas y las farmacias de los hospitales públicos medicamentos que son donados por las empresas farmaceúticas y que tienen la indicación de “Prohibida su venta” y que pese a ello fueron revendidos a costos altísimos en el mercado negro al mismo tiempo que muchos murieron por no recibir la medicina respectiva que el Estado debió haberles garantizado. Todo esto que nos causa coraje e indignación conlleva un largo proceso de investigación para la Fiscalía General del Estado, entonces cómo quisiéramos que la justicia fuese así de rápida como se ventilan los casos, pero no, por más evidencias que existan pasarán años (porque los acusados tienen el derecho a presumir su inocencia y los perjudicados el deber de seguir esperando) y quizás la justicia llegue total o parcialmente o quizás nunca se haga realidad.


A este país con altos niveles de desempleo y de pobreza le están robando hasta la esperanza y cuando sus dizque autoridades nos dicen: “no permitiremos más actos de corrupción” (cuando ya se han permitido todos) es imposible creerles y es que hasta el día de hoy nadie le ha devuelto un sólo centavo al Ecuador de todo lo que se le han robado.


¡Viva la Patria! dicen aquellos que en el pasado ya nos hicieron daño y que aunque se fueron por un largo tiempo volvieron para hacernos más daño. Esta es la patria donde la obtención del carné para personas con discapacidad representa un suplicio de años que se tiene que vivir de subcentro en subcentro y de hospital en hospital sin resultados favorables, no obstante, este mismo carné es todo un privilegio para las personas con poder y dinero, quienes lo pueden obtener en un sólo día calificándose por una discapacidad física inexistente con la finalidad perversa de importar vehículos de lujo evadiendo el pago de aranceles. Tal parece que la burocracia es el destino de los pobres y los derechos alcanzados con la lucha social el beneficio exclusivo de los corruptos.


Y nos seguimos preguntando, ¿dónde están algunos de los responsables de tanta corrupción?, la respuesta es: en Miami, el paraíso del lavado de dinero de nuestros "políticos honrados" que han hecho tanto por nuestra patria que se han ido de vacaciones antes de que se les dicte una orden de captura.


Mientras la justicia de nuestro país permanezca “ciega” no porque esta se aplique para todos si no porque más bien está cegada ante la mayoría de los casos de corrupción no habrá esperanza. Lamentablemente, nuestra justicia está ligada a los intereses de cada gobierno de turno y esa es una de las grandes tareas que tenemos, liberar a la justicia de las “simpatías y apatías”, de los intereses particulares de los que se encuentran en el poder. Hoy más que nunca tenemos la obligación de reclamar por una justicia independiente, por una justicia que se quite la venda para mirar todo el daño que nos han hecho y nos seguirán haciendo aquellos que están prófugos disfrutando del dinero que pudo haber alimentado, educado, brindado salud de calidad a millones de ecuatorianos y ecuatorianas.


Y con todo esto que vivimos ya no sabemos si cada 5 o 4 años cambiamos de autoridades o cambiamos de corruptos y en el caso de reelección seguimos manteniendo a los mismos corruptos. En el 2021 nuevamente tenemos que ir a las urnas a elegir lo que en teoría será un nuevo gobierno para nuestro país y aunque parezcamos pesimistas creemos que terminará siendo uno más de los viejos gobiernos marcado por las mañas de los politiqueros que sólo se cambian de camiseta o fundan partidos y movimientos políticos para prometernos todo lo que no pueden cumplirnos.


Desde ahora los precandidatos a las próximas elecciones presidenciales se rasgan sus vestiduras ofreciéndonos: “acabar con la corrupción”, pero en realidad eso nos dicen de la boca para afuera, porque en su interior lo que nos gritan es: “en nuestro gobierno fomentaremos la corrupción”. Es que todo en las promesas de los politiqueros funciona al revés y comprobarlo nos ha costado muy caro. Cuando nos dicen: “en nuestro gobierno crearemos más fuentes de empleo”, el mensaje real es: “en nuestro gobierno daremos trabajo a nuestros familiares y amigos para que nos ayuden a robar lo que más podamos”.


Así ni ganas de ir a las urnas, creemos que la mayoría de ecuatorianos vamos a sufragar solamente por el papelito de votación que nos permite realizar diferentes trámites ciudadanos, es que no hay buenos candidatos y los que parecen ser buenos terminan siendo igual o peor que todos esos que criticaron en campaña y luego nos dicen sacando pecho: “ningún gobierno se puede blindar contra la corrupción”, esto significa que también es normal que en cada gobierno haya corruptos, en fin, no nos vengan más tarde con sus promesas de acabar con la corrupción o de hacerle una cirugía, ya sabemos de lo que no son capaces.


A los próximos candidatos les decimos, si van a venir con la misma cantaleta de que el gobierno anterior dejó recontra que endeudado al país y por eso hay que exprimir más a los pobres, mejor quedense en casa y no salgan de allí. Ya no queremos que la cadena de culpabilidad tenga más eslabones y hasta ahora no haya ningún culpable condenado.


Ahora que tenemos más conciencia de todo el daño que nos hacen los corruptos, por favor ecuatorianos no volvamos a decir jamás en la vida: “no importa que robe con tal de que haga obras”. Es decir, pagamos sueldos a autoridades elegidas por nosotros que somos el pueblo para que hagan fortunas con los jugosos porcentajes que sacan de cada obra, ¿esto nos parece legal?, por supuesto que no lo es, pero a ese punto de masoquismo se ha llegado, es como decir: “no importa que pegue, esposo es”.


Tampoco nunca más digamos: “no importa a quién se elija, igual todos los políticos roban”. Entonces, nos parece normal que vayamos a las urnas a elegir delincuentes, a sumar votos para decir este queremos que nos robe y este no o quizás lo dejamos para después.


Como pudimos darnos cuenta, la corrupción es parte de nuestra normalidad y ahí está la raíz del problema. Estamos viendo la corrupción como algo inmune, porque la hemos vacunado nosotros mismos, porque pretendemos que los mismos corruptos la denuncien, porque no nos atrevemos a denunciarla como se debe y nos quedamos simplemente en los escándalos, porque no unimos esfuerzos como ciudadanos para luchar contra ella sin importar quienes la protegen, porque es más fácil hacernos la idea de que la corrupción es indestructible y si no hay corrupción tampoco hay gobierno.


Como dijo Joan Baez: “Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella”.

Tenemos que pasar de manera urgente de la observación a la lucha colectiva, porque una sociedad plagada de corrupción no es justa para nadie.


¿y ustedes qué piensan de toda la ola de corrupción que estamos viviendo en Ecuador?

Artículo: Tatiana Sandoval

Producción Podcast: Patricio Vásquez & TatianaSandoval

Arte: PatricioVásquez

Fotografía: Tatiana Sandoval

Voz: Tatiana Sandoval


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