Generalmente en nuestra sociedad estamos acostumbrados a guardar silencio 🤫 sobre muchas situaciones que nos afectan injustamente, porque hay quienes nos infunden temor con cualquier estrategia para que nos callemos o nos quieren hacer creer que las cosas siempre funcionan así, de forma injusta y debemos aceptar esa “normalidad” 🧐.
Decir la verdad no es una acto de valentía sino de justicia y quizás no estamos acostumbrados a la verdad, porque como sea aceptamos las verdades a medias, pero a medias tampoco son verdades.
En todo caso, la censura no es cosa de ahora, la censura existe desde que el ser humano aprendió a escribir y cuando se creó la imprenta y se empezaron a publicar libros, esta censura tomó fuerza, pues muchos trataron de impedir que estos circularan por sus ideas que buscaban quitarnos la venda de los ojos, pero que suponían un peligro para quienes deseaban mantenernos bajo su dominio. Pese a todas las censuras hubo quienes accedieron clandestinamente a esos libros y se alimentaron de ideas de libertad que luego nos heredaron y que es el derecho y el valor del que hoy gozamos. Es fácil reclamar “libertad de expresión” cuando creemos que esta se encuentra amenazada por otros, pero cuando nos tocan a nosotros con fundamentos somos los mismos que pretendemos censurar esa libertad de expresión 🤐.
Quienes han resistido han sido quienes nos han llevado a otras líneas del pensamiento y nos han liberado del temor para caminar hacia el verdadero progreso humano que no tiene que ver con recursos materiales sino con principios.
¡Bendita sea la escritura que nos permite denunciar! ✍️
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Mabel Cox
Diseño: Tatiana Sandoval
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