Continúo siendo esa niña que no se cansa de trepar árboles, que desafía las alturas sin pensar en el mañana, que no le importa si le dicen: “ten cuidado, porque te vas caer” y como siempre el ser humano actúa de revés, mientras más le advierten y le dicen “no hagas” con más ganas se hace lo contrario y no por eso se es un “niño malcriado”, sólo es el deseo de explorar y experimentar por cuenta propia.
Mantener la actitud de niño es lo mejor que nos puede pasar a los adultos que creemos que este mundo le pertenece a los más pequeños.
Fotografía captada el 25 de agosto de 2017
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Mabel Cox
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