Siempre andando,
en ocasiones cerca, en otras lejos,
a momentos con ganas de quedarse
y aún así seguir andando,
en otros instantes con ganas
de escaparse de nadie
y aun así poder quedarse.
Siempre andando,
en ciertos días haciendo mucho ruido,
en otros cuidando el silencio de los pasos.
Siempre andando
sin importar las condiciones del camino,
con los zapatos más inapropiados
o de preferencia con los pies descalzos,
pues son ellos los que prefieren seguir avanzando.
Siempre andando,
en ocasiones con compañía,
en otras con la misma sombra,
andando para aumentar
los kilómetros de los pasos,
pasando los kilómetros
que se han fijado
en los caminos construidos.
¿Y qué más puede ser este
viaje por la vida sino andar?
Andar a momentos con ganas de correr,
otros con solo caminar
y aunque no tengamos alas
también hay instantes
en los que andar
es volar por todo lo que soñamos
y logramos hacer realidad.
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Patricio Vásquez
Diseño: Tatiana Sandoval
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