En esta emergencia sanitaria, económica y social, como muchos lo manifiestan ha servido y sirve para “sacar lo mejor de unos y lo peor de otros”. Hay quienes han visto este tiempo adverso como una oportunidad para reinventarse, para solidarizarse, para ser responsable, para corregir, para fortalecerse, para servir y gestionar sin intereses personales, pero hay otros que definitivamente no aprenden ni tampoco tienen intenciones de aprender. Y para mal ejemplo tenemos a los politiqueros (no a los políticos) que se están aprovechando de esta dolorosa situación para “pescar a río revuelto”, para hacer campaña anticipada de unas elecciones que posiblemente ni siquiera se puedan realizar, pero ellos, hoy “súper héroes de la patria” ya saborean prematuramente una nueva victoria, cuando ni siquiera en la actualidad en las funciones que se encuentran han sabido responder con eficiencia a las necesidades de la población, peor aún lo han hecho ante esta emergencia. ¡Qué pena que este panorama incierto sea el escenario de los figuretis y el espacio para lanzar candidat@s! ¡Qué vergüenza con aquellos que son capaces de atribuirse un supuesto contagio de Covid-19 para evadir responsabilidades penales! ¡Qué indignación que en ciertas municipalidades alcaldes y concejales trabajen por separado, cada quien por su lado de acuerdo con sus aspiraciones futuras! Esto sólo ha generado que las ayudas para los ciudadanos y ciudadanas no se canalicen correctamente, y lo peor de todo es que ni siquiera lleguen a quienes lo necesitan.
Mi cerebro no es capaz de entender tanto egoísmo, tanto celo político, tanta mentira, tanta rivalidad, tanto "bla, bla, bla", y nada de acciones de ciertos individuos, quienes en lugar de enmendar en esta época están causando más daño. Debo reconocer que hay autoridades de elección popular que en determinadas ciudades de nuestro país han demostrado y siguen demostrando que con trabajo sí es posible poner la política al servicio de la ciudadanía, como es la naturaleza de la misma, aquellos son los que han dejado de lado los discursos y las fotografías, por las gestiones y las acciones con resultados, olvidándose de las próximas elecciones y concentrándose en el presente, en lo que hoy vivimos y enfrentamos.
La crisis se torna más grave cuando tenemos individuos politiqueros aún dominando la mente del pueblo, pero también en medio de la crisis hay esperanza cuando existen verdaderos seres humanos haciendo un gran trabajo a pesar de no contar con las herramientas suficientes y de ser mal remunerados. Es digno de aplaudir y de reconocer el trabajo de aquellos que sin ser elegidos por el pueblo, con su vocación y su ética profesional nos han demostrado tener puesta la camiseta de nuestro país.
Artículo: Tatiana Sandoval
Diseño: Tatiana Sandoval
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