Literalmente para el amor no hay puntos cardinales (nosotros somos Sur y Norte), no hay lugar (somos una mezcla de ciudades). Para el amor no importa la edad (la juventud y la experiencia hacen que nuestros días sean súper divertidos). El amor es amor y cuando lo encuentras tú mundo se transforma. Para mi chulla quiteño no hubo una linda chiquilla quiteña, dueña de su corazón, pero hubo una mujer orense, proveniente de las mismísimas fronteras sur del Ecuador a la que le robó el corazón ✍️.
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Patricio Vásquez
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