top of page
Foto del escritorTatiana Sandoval Pizarro

El niño que no fue

No salgas de ese cuarto pequeño,

tú edad es muy tierna

para entender la desesperación

que a mordiscos de carne viva

tus padres se arrancan

reclamándose las rosas

y los piropos de la conquista.

Quédate detrás de esa puerta

tapándote los oídos,

no sabes cuánto mal

te hará escuchar

la bestialidad de sus palabras,

la insensatez de su fatalidad.

Cúbrete con las manos

el rostro, es mejor que no los veas

devolverse el hierro

en la inmadurez de sus cuerpos;

sé que mañana preguntarás

por sus heridas,

ellos ya sabrán qué decirte.

Es inevitable que no los dejes

de pensar en la escuela,

que no quieras jugar en el receso,

que esquives a todos los que te pregunten

qué es lo que te ha sucedido.

¡Niño..! otra vez con los pantalones mojados,

tus compañeros burlándose

y el maestro diciéndote marica.


Si supieran ellos que de tanto

pensar en tus padres

y en el vecino que te invita

a su cuarto a ver películas

te olvidaste de ir al baño.


No vayas niño, no le hagas

caso al vecino,

sé que tú madre está dormida,

aunque no entiendas por qué en

el velador hay un frasco vacío

de pastillas y debajo de él

algo parecido a una

carta de despedida.


Tú padre ha llegado, escóndete niño

debajo de la cama, él trae un látigo

en la mano, ésta furioso porque

ya le contaron que te ensuciaste

el uniforme, no salgas de ahí niño.


Y de ahí nunca salió, se quedó

atrapado en ese infierno,

temiendo a todos

hasta sus sueños.


Un día vi al niño cruzar con la barba

colgando hasta el pecho,

un plato de sobras temblando

en su mano, un agujero

en su oreja y otro en un bote

en el que la gente le depositaba

cualquier moneda después

de escucharlo entonar la armónica.

Me pregunté si su padre

logró pegarle hasta cansarse,

si algún día leyó la carta

de su madre, si aceptó

la invitación de su vecino,

si continúo siendo la burla

de sus compañeros,

si creyó lo que su maestro le decía,

si nunca olvidó que al abrir la puerta

de su cuarto veía a sus padres

arrancarse los ojos

y a sus ojos llorar a escondidas.


Artículo: Tatiana Sandoval


0 visualizaciones0 comentarios

Entradas relacionadas

Ver todo

Nada

Comentarios


bottom of page