Éste libro lo culminé de leer mientras mi pierna izquierda permanecía enyesada y fue genial en ese tiempo aventurarme por sus páginas, transportándome a la “Luna de Plutón” y vivir nuestra humana realidad desde los personajes de ficción de esta historia.
Aquí algunas líneas que me atraparon. Cada uno de los capítulos que conforman este libro tienen el poder de llevarme fuera de la Tierra y aterrizarme en el centro de sus problemas.
-Claudia (la protagonista): “Mi nación ha sido abatida por devastadores problemas económicos… causados por corruptos e inútiles que no fueron detenidos a tiempo”.
-Claudia también pensó en lo penoso que debe ser trabajar para un circo: ganándose la vida a expensas de que los demás se horroricen de uno y luego pasarse exhibiendo las peculiaridades para el disfrute de otros. Hay quienes están ahí para subsistir y hay quienes les gusta su trabajo.
-Las operaciones del parque de diversiones Jumbo Jumbo las controlaban robots y documentados ilegales de Saturno, capaces de trabajar hasta la muerte por un sueldo miserable con tal de que no los devuelvan a las recalcitrantes poco conocidas minas del Olimpus Mons.
-¿No es maravillosa la inocencia de los niños? Cómo lo ven, perciben todo. Cómo son las cosas de simples, para ellos.
-Este fue un planeta llamado Tierra. Desapareció hace muchos miles de milenios en una calorífera nube de vapor que tenía forma de hongo. Grandes arqueólogos alrededor de todo el Sistema Solar coinciden en que quizá alguna vez fue un planeta habitado al que cuyos habitantes se les fue la mano con algo…
-Nuevamente, como si fuese una marea de títeres la gente empezó a aplaudir con fuerza…
-No lo hago porque alguien me lo haya pedido, sino porque debo hacerlo.
-La ineficacia del rey anterior para atender las necesidades de los ogros ha hecho que una revolución esté a borde de estallar, y eso solo haría que nuestra luna se divida en pequeñas naciones, ninguna llegaría demasiado lejos por sí misma.
-La gula era un privilegio (no poder cometer gula cuando se tenía la oportunidad de hacerlo era considerado una estupidez).
-La inocencia es la ausencia de malicia.
-¿No te parece maravilloso lo lento que aún son los días para ellos, y lo rápido que resultan para nosotros?
-Tiendas donde había una grabadora de sueños, colección de chocolates con forma de planetas, relojes de arena que podían hacer dormir y producían toda clase de sueños agradables. Tienda de mascotas con un esqueleto vivo de serpiente, una de las especies más costosas del sistema solar. Pecera con medusas, en cuyo reflejo se decía que uno podía ver cómo luciría uno mismo cuando fuera anciano. Verse apuesto, cosa natural en los leones, que se volvían más atractivos conforme se hacían mayores.
-Knaach (el león): “no te lo han dicho todo en esta vida. ¡Eres una niña, Claudia!” …pero aún si creyéramos en tu dulce visión de las cosas: tu no tienes chance de sobrevivir, Claudia…
-Knaach (el león): “¡No soy la mascota de nadie! - ¡¡De nadie!!”
-Knaach: “Una vida casi infinita, atrapado en un lugar que posiblemente no quiero estar”.
-”Tienes que respetar las formas de vida”.
-”El que Titán no tenga un gobierno central no quiere decir que esta es tierra de nadie ni que reina un estado de anarquía. Esta es la filosofía de los elfos”.
-Metallus dice que eso no podrá ser, que deben tomar el agua al costo que sea. A lo que responde una elfa: Espero que se esté dando cuenta de que es usted entonces un ladrón, Metallus. Metallus responde: ¡Prefiero ser un ladrón en esta tierra que un mal líder en mi luna! La elfa responde: Si es cierto que Ud. dice, entonces me apena decir que en Iapetus impera una cultura de criminales. Metallus: ¡Todo es política mi querida dama, todo es política! ¡Puedo impulsar todavía más la economía si poseo esa agua! ¡Primero pienso en mi luna!
-Calizo: “Te creo porque te conozco, y te creo porque te quiero creer”.
-Knaach: “...pero de mí quiere aprovecharse, de mí quiere abusar porque sabe que soy nuevo”.
-Cadamaren: “Feliz porque la historia ha demostrado que, en distintos pueblos de distintas razas, a través de diversas generaciones, las guerras hacen que cada patria dé lo mejor de sí, que avancen en cuestión de meses lo que no avanzaron incluso en siglos”.
-En un Sistema Solar donde todos buscan la trampa de la trampa y nadie confía ni en su sombra, estoy seguro de que puedo hacerles creer a los ogros que invierto en sus tierras con la única intención de darles una mano. No es por nada, pero mi vena política siempre ha sido brillante, ¿no te parece?
-”Si todos los leones son como ustedes ¡no debo ni quiero ser un león!”.
-”Las guerras siempre son tristes y todo esto no hace sino sumar cargos a tu ya pesada condena”.
-”Titán ya se había visto convertida en una potencia económica, aun cuando su cultura no contemplaba la riqueza o la remuneración monetaria como un requisito de subsistencia”.
-Hallyfax: "Uno tiene que preocuparse por su apariencia de vez en cuando, ¿no te parece?”
-Pánek se hallaba a sí mismo dándose cuenta de que estaba por deliberar sobre un castigo impuesto por su yo activo y por su yo como representante de la justicia. Se hallaba a sí mismo dándose cuenta de que estaba siendo un verdugo político. Él era el Shah de los elfos, el comandante en jefe, y su poder sobresalía incluso por encima del de los políticos, a quienes había ordenado no presentarse en el pueblo”.
-Hermoso y Precioso: “Quizás vernos crecer como individuos es la riqueza más grande al final de un día que todos los años que vivimos haciendo nada en el palacio de Hamíl... Además, si nosotros somos los últimos leones que quedan, vale la pena hacer algo para que todos recuerden siempre”.
-Claudia: “Sólo descubrí hace poco que alguien que creí era un amigo muy especial jamás lo fue”.
-Knaach: “Me hace sentir muy bien la seguridad que tienen los elfos en mí es como si supieran lo que vale mi confianza, como yo a mi vez sé cuánto vale la de ellos…”.
-”Cuando recuerdo el circo Jumbo Jumbo, cuando recuerdo mi jaula, cuando recuerdo el tren aéreo, la Estación Espacial de Plutón, recuerdo a Claudia. Cuando me olvido de todo lo malo, y decido dejar que mi memoria corra libre, me río yo solo, acordándome de todas las anécdotas, todas las vivencias que tuvimos, y entonces vuelvo a sentir que de algún modo ella vive, otra vez”.
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Tatiana Sandoval
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