Es tan corto nuestro viaje por la tierra que deberíamos evitar todos los malentendidos, peleas, discusiones sin sentido, quejas por situaciones que tienen solución, y afrontar la tempestad con optimismo.
Es tan corto nuestro viaje por la tierra que no nos queda tiempo para prestar atención a los que nos insultan, nos desean todos los males del mundo o no están de acuerdo con nuestro estilo de vida y nuestras decisiones. Recordemos que es muy fácil hablar y regar comentarios negativos y sin argumentos, acompañados de la agresividad. Lo difícil es para quien o quienes están dirigidos este tipo de comentarios, pues hay que saber sobrellevarlos sin permitir que estos nos afecten.
Es tan corto nuestro viaje por la tierra que no hay tiempo para ser desdichados ni gastar nuestras energías en cosas vanas. Sólo nos queda tiempo para aprender a ser felices y llegar a serlo.
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Patricio Vásquez
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