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Foto del escritorTatiana Sandoval Pizarro

Ecce Homo (Cómo se llega a ser lo que es) - Friedrich Nietzsche

De bus en bus culminé de leer este libro del que me es grato compartirles estos pasajes.

Ecce Homo (Cómo se llega a ser lo que es)

Friedrich Nietzsche

1908


Introducción


-No hay belleza natural, sino belleza artística, porque es creación de la voluntad del ser humano. Por tanto cultura significa la acción y presencia del espíritu que se remonta sobre la realidad del mundo.


-”Descubrir” el sentido de las cosas significa cultura y progreso. Nietzsche define la cultura como la “unidad de un estilo artístico en todas las manifestaciones de la vida de un pueblo”.


-El objeto y la realización más plena de la cultura la encuentra el ser humano en sí mismo, en su interioridad, pues en su interioridad están los más profundos conocimientos.


-La presencia de la cultura en la historia no es más que la expresión de lo logrado y alcanzado por cada ser humano en su singularidad.


Prólogo


-Preferiría ser un sátiro antes que santo.


-La palabra “ideales” no significa nada más que derribar ídolos, y esto sí que es parte de mi misión. Se ha despojado a la realidad de su valor, de su sentido, de su veracidad en la medida en que se ha inventado con engaño un mundo ideal.


-...¡cuántos cosas sentimos por debajo de nosotros!


-El error (creer en lo ideal) no es ceguera, es cobardía… Toda conquista, todo avance en el conocimiento es consecuencia de valor, de la dureza con uno mismo, de la limpieza con uno mismo… Yo no rechazo los ideales, sino simplemente ante ellos, me pongo los guantes.


-...pues hasta ahora lo único que se ha prohibido por principio, ha sido la verdad.


-Los pensamientos que gobiernan el mundo caminan con pies de paloma.


-El hombre que tiene conocimiento no solo ha de saber amar a sus enemigos, sino también sabe odiar a sus amigos.


-¿Cómo no voy a estar agradecido a toda mi vida?, por eso me le voy a contar a mí mismo.


Por qué soy tan sabio


-Yo, para decirlo de forma enigmática, he muerto como mi padre, y sigo vivo y envejeciendo como mi madre.


-Pensaba con una extraordinaria sangre fría en cosas sobre las cuales no soy…


-Observar conceptos y valores más sanos desde el punto de vista de un enfermo.


-...el decadente opta siempre por los remedios que más le perjudican.


-...me traté y me curé a mí mismo.


-...estar enfermo puede constituir incluso un fuerte estimulante para vivir, para vivir con más intensidad.


-....redescubrí, podríamos decir, la vida, incluso me redescubrí a mí mismo, saboreé las cosas buenas, incluso las más insignificantes, como no es fácil que puedan saborearlas otros.


-Un hombre bien constituido honra lo que elige, lo que acepta y lo que confía.


-Durante los siete años que di clases de griego en el curso superior del Instituto de Basilea, no tuve necesidad de imponer ningún castigo; hasta los más vagos trabajaban en mi clase.


-Permanecer dueño de la situación, conseguir que nuestra misión permanezca alejada de los impulsos mucho más bajos y miopes que actúan en las llamadas acciones desinteresadas, es la prueba, quizá la definitiva, que Zaratustra debe afrontar, su auténtica demostración de fuerza.


-Mi forma de saldar cuentas consiste en responder con urgencia a la estupidez que se me ha hecho con algo inteligente, quizá así todavía se pueda reparar. Dicho metafóricamente, envío una caja de caramelos para librarme de algo amargo… Pronto encuentro la ocasión de expresar mi agradecimiento al que me ha hecho mal.


-Pienso también que la palabra más grosera, la carta más grosera son mucho más adecuadas que el silencio. Quienes se callan carecen casi siempre de sutileza y elegancia de corazón. El silencio es algo objetable, tragarse las cosas produce inexorablemente mal carácter, incluso hace mal estómago. Todos los que se callan son dispépticos.


-El no estar resentido, el conocer bien el resentimiento, quizá se lo tengo que agradecer, en último caso a mi larga enfermedad. Si hay algo que objetar el hecho de estar enfermo y débil es que en ese estado se debilita en el hombre el instinto de defensa y ataque.


-Las personas y las cosas nos afectan mucho, todo lo que sucede nos deja huella, el recuerdo se convierte en una herida purulenta. El hecho de estar enfermo es un especie de resentimiento.


-...no hay fuego que consuma a uno más rápidamente que el del resentimiento.


-El resentimiento es lo que se debe prohibir a un enfermo, su mal a la vez, por desgracia, su tendencia natural.


-”No vencemos la enemistad con la enemistad, sino con amistad”.


-El resentimiento que nace de la debilidad, a nadie perjudica más que al débil.


-Mi humanitarismo es una permanente victoria sobre sí mismo.


Por qué soy tan inteligente


-No he reflexionado nunca sobre problemas que no lo sea; nunca he malgastado mis energías en vano.


-No podría abandonar una acción después de haberla iniciado…


-Cuando algo nos sale mal, perdemos con demasiada facilidad la visión correcta de lo que hemos hecho.


-Mi moral me inclina más bien a respetar aquello en lo que hemos fracasado, por el hecho de haber fracasado.


-La primera condición de una buena digestión es que todo el estómago entre en actividad. Tenemos que conocer la capacidad de nuestro estómago.


-No comer nada entre comida y comida, no tomar café, pues el café ofusca las ideas…


-Hay que estar sentado lo menos posible; no hacer caso a ningún pensamiento que no haya surgido al aire libre y estando nosotros en movimiento, a ningún pensamiento en cuya génesis no intervengan también los músculos.


-Todos los prejuicios proceden de los intestinos. Ya dije en una ocasión que la vida sedentaria es el auténtico pecado contra el espíritu santo.


-Muy relacionado con el problema de la alimentación se encuentra el del lugar y el clima.


-Es tan grande la influencia del clima en el metabolismo, la lentitud o la rapidez de este, que una elección equivocada del lugar y del clima no sólo puede alejarnos de nuestra tarea, sino incluso impedir que la realicemos, que ni siquiera la veamos como tarea.


-París, Provenza, Florencia, Jerusalén, Atenas demuestran que el genio está condicionado por el aire seco, por el cielo puro, es decir, por un metabolismo rápido, por la posibilidad de recuperar una y otra vez cantidades grandes, incluso enormes, de fuerza.


-Y a mí me hubiera ocurrido lo mismo, si la enfermedad no me hubiese forzado a pensar, a meditar sobre la razón en la realidad.


-La más mínima preocupación por mí mismo, la protección de un instinto que me dirigiera brillaron por su ausencia. Aquello fue hacer lo que todos hacían, un “un hacerme desinteresado”, olvidar lo que me distanciaba de los demás; algo que no perdonaré nunca.

Cuanto esta situación llegó a su recta final, precisamente por eso, empecé a pensar en la radical sinrazón de mi vida, “el idealismo”. La enfermedad me condujo a la razón.


-A la elección en la alimentación; a la elección del clima y del lugar hay que añadir una tercer cosa en la que no se puede uno equivocar: la elección de la forma personal de distraerse.


-...cualquier lectura forma parte de mis distracciones, y, por consiguiente, forma parte de lo que me lleva a liberarme de mí mismo, que me permite pasear por ciencias y almas que me son ajenas, algo que ya no me tomo en serio. La lectura me distrae precisamente de mi seriedad. En períodos de intenso trabajo, no se ve ni un solo libro a mi alrededor, me cuido mucho de que alguien hable y menos que piense cerca de mí.


-A los períodos de trabajo y de fecundidad siguen los de distracción. ¡Venid entonces a mí, libros agradables, ingeniosos e inteligentes!


-Casi siempre me refugio en los mismos libros, un reducido número, que me han demostrado estar escritos para mí.


-Tal vez no vaya conmigo leer mucho y diferentes cosas: una sola de lectura me pone enfermo.


-...Esto no se adivina: o se es o no se es. El gran poeta se alimenta únicamente de la realidad, hasta el extremo de que luego ya soporta su obra.


-Lo que me vuelve loco no es la duda, sino el estar convencidos de algo…


-Todos tenemos miedo a la verdad…


-Alemania corrompe la cultura que toca…


-Soy lo suficientemente fuerte como para sacar ventaja de los más problemático y peligroso.


-Lo que pretendo realmente de la música. Que sea jovial y profunda… Que sea singular, traviesa y tierna, si quiero decir “música” con otra palabra, sólo me viene a los labios el nombre “Venecia”. No sé distinguir entre lágrimas y música; no concibo la felicidad, el sur, sin estremecerme de terror.


-En la elección de alimentos, del lugar, del clima y de las distracciones se impone un instinto de autodefensa. Primer cordura, primera prueba de que no somos un azar, sino una necesidad, es que muchas cosas ni verlas ni oírlas, ni permitir que se acerquen a nosotros. La palabra “gusto” normalmente expresa ese instinto de autodefensa, su orden no sólo obliga a decir no cuando el sí significaría un “desinterés”, sino también decir no las menos veces posibles, separarse, alejarse de aquello a lo que habría que decir no una y otra vez.


-Cuando tenemos que estar constantemente a la defensiva, puede uno llegar a ser tan débil, que no pueda defenderse.


-Pero tener púas es un despilfarro, incluso un lujo excesivo, cuando podemos no tener púas, sino manos abiertas.


-El erudito emplea toda su fuerza en aceptar y rechazar, en criticar cosas ya pensadas, pues él no piensa.


-Llegar a ser lo que se presupone no tener ni la menor idea de lo que se es.


-...las equivocaciones que cometemos, los caminos secundarios que tomamos equivocadamente, los retrasos, “las modestias” y la seriedad que derrochamos en tareas que no tienen nada que ver con nuestra verdadera tarea tienen un sentido y un valor.

-”...arte de separar sin enemistar…”


-Todas las cuestiones de política, desorganización social, de educación han sido falseados de raíz por el hecho de haber considerado grandes hombres a los más nocivos, por el hecho de haber aprendido a despreciar las cosas “pequeñas”, es decir, las cuestiones fundamentales de la vida.


-No he estado enfermo ni siquiera en mi época de grave enfermedad.


-La vida se me ha hecho ligera, y más aún cuando me he exigido lo más pesado.


-No hay que ponerse nervioso. Sufrir por el hecho de estar solo es también una objeción; lo único que me ha hecho sufrir ha sido la multitud. A una edad increíblemente temprana, a los siete años, ya sabía que nunca me afectaría una palabra humana.


Por qué escribo libros tan buenos


-Una cosa soy yo y otra cosa son mis obras. Antes de hablar de ellas, quiero referirme a si han sido entendidas o no.


-...alguno nace póstumo. Llegará el día en que se necesiten instituciones donde se viva y se enseñe como yo sé hacerlo; tal vez se creen cátedras destinadas a interpretar mi Zaratustra.


-No quiero que me confundan con otros; y, para ello, tampoco yo tengo que confundirme con otros.


-En una ocasión el doctor Heiwich von Stein se lamentó con sinceridad de no entender nada de mi Zaratustra y yo le contesté que me parecía natural. Comprender seis frases de dicho libro no; es decir, haberlas vivido eleva a los mortales a un nivel superior, que ningún hombre podría alcanzar.


-Mi éxito consiste precisamente en lo contrario del éxito de Sohopenhauer: y digo “ni soy ni seré leído”.


-Este verano, en un momento en que el exceso de peso de mis obras podía haber desequilibrado la balanza con el resto de la literatura, un catedrático de la Universidad de Berlín me dio a entender amablemente que debería cambiar de forma de expresión, pues tal y como están escritas mis obras no las lee nadie.


-Puedo hacer todo, pero pausar en alemán, sentir en alemán supera mis fuerzas.


-Yo soy en griego, y no sólo en griego, el Anticristo.


-Conozco, en cierto modo, cuáles son mis privilegios como escritor…


-Entrar en este mundo noble y delicado es una distinción sin igual; para hacerlo, no se puede, en modo alguno, ser alemán; se trata, en definitiva, de una distinción de la que uno tiene que ser acreedor.


-Me han dicho que, una vez empezado, es imposible cerrar un libro mío antes de haberlo acabado, que perturbo incluso el descanso nocturno…


-En mis libros se excluyen también no sólo la pobreza, sino las almas que respiran un aire putrefacto, y, sobre todo, la cobardía, la suciedad, la sed inconfesada de venganza asentada en los intestinos: una sola palabra mía pone al descubierto todos los malos instintos.


-...los que se llaman amigos míos, adoptan al leerlos una actitud “impersonal”, me felicitan por haber llegado “tan lejos”, y me dicen que habría mayor progreso si fuera más jovial en el tono…


-...el “feminismo”, sea éste sustentado por hombres o por mujeres supone una muralla para llegar a mí; los feministas no entrarán nunca en este laberinto de conocimientos audaces.


-El sentido de todo estilo es transmitir un estado.


-Es bueno el estilo que transmite realmente un estado interior, que no se equivoca en los signos, en su ritmo, en los gestos… Antes de mí, no se sabía lo que se podía hacer con la lengua alemana, mejor dicho, no se sabía lo que se podía hacer con la lengua.


-Predicar la castidad constituye una incitación pública ir contra la naturaleza. Despreciar la sexualidad, impurificarla calificándola de “impura”, es el verdadero pecado contra el espíritu santo de la vida.


El nacimiento de la tragedia


-La tragedia es precisamente la prueba de que los griegos no fueron pesimistas.


-No hay que dejar al margen nada de lo que existe, nada está de más…


-...el eterno placer del fluir, placer que incluye el eterno placer de destruir…


Consideraciones intempestivas


-¡Qué lejos me encontraba entonces de lo que ahora soy, del lugar donde me encuentro, de esta altura, desde lo que ya no hablo con palabras, sino con rayos! ¡Pero yo veía la tierra, no me engañé sobre el camino, el mar, el peligro y el éxito! ¡Qué tranquilidad proporciona la promesa que no se quedará en pura promesa, pues es una mirada alegre hacia el futuro! En este escrito cada palabra fue vivida profunda e íntimamente; no se escatiman las cosas más dolorosas; hay palabras que sangran.


-Mi sabiduría ha consistido en haber sido muchas cosas y en muchos sitios, para poder llegar a ser una sola cosa.


-La expresión “espíritu libre” quiere decir aquí una sola cosa: un espíritu que ha llegado a ser libre, que ha vuelto a tener posesión de sí mismo.


-Dejaba atrás diez años en los que la alimentación de mi espíritu había quedado detenida, en los que no había aprendido nada útil, en los que había olvidado de una manera absurda un montón de cosas a cambio de los trastos viejos de polvorienta erudición.


-...la relación que existe entre una actividad elegida en contra de nuestros instintos, lo que llaman “profesión” a lo que menos estamos llamados, y la necesidad imperiosa de adormecer la sensación de vacío y de hambre mediante un arte que sirva de narcótico.


-Ir en contra de la naturaleza hace forzosamente que se adquiera una segunda naturaleza.


-En ese momento mi instinto se decidió implacablemente a no seguir cediendo ante los demás, a no ir donde van los otros, a no confundirme con los demás.


-...un mal que había heredado de mi padre, y que en el fondo, no era otra cosa que la predestinación a morir joven. La enfermedad me sacó poco a poco de todo lo que me rodeaba…


-La enfermedad me otorgó además el derecho a cambiar de hábitos: me permitió olvidar, me ordenó que olvidara; me hizo el regalo de obligarme a que me quedara quieto, ocioso, esperando, paciente.


-Mi yo-mismo íntimo, que había quedado casi sepultado y casi enmudecido por tener que oír constantemente a otros sí-mismos (leer no significa más que esto).


-Nunca he sido tan feliz como en las épocas más enfermas y más dolorosas de mi vida.


-”Vuelta a mí mismo”.


-...la humanidad gobernada por el instinto de la negación, de la corrupción y de la decadencia…


-...la humanidad ha estado hasta ahora en las peores manos, ha estado gobernada por los fracasados, por los vengativos más astutos, los que se llaman “santos”, que calumnian el mundo y violan al hombre.


-...El sacerdote, por el contrario, desea que el todo, la humanidad, degenere y por eso mantiene lo degenerado; a este precio domina a la humanidad…


-Con Aurora fui el primero en emprender una lucha contra la moral que predica la renuncia a sí mismo.


-Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie.


-Nosotros los nuevos, los que no tenemos nombre, los difíciles de entender - se dice allí - nosotros, partos prematuros de un futuro que aún no ha tenido lugar, precisamos, para un fin nuevo, también un medio nuevo, a saber, una salud nueva, más vigorosa, más aguda, más tenaz, más arriesgada, más alegre de cuanto lo ha sido hasta ahora cualquier salud.


-Se paga caro ser inmortal. Por eso hay que morir varias veces a lo largo de la vida.


-Esta es mi pobreza: mi mano no se cansa de dar.


-También siento en el conocer únicamente el placer de mi voluntad de crear y de devenir; y, si mi conocimiento es inocente, es porque en él hay voluntad de crear. Esta voluntad me ha alejado de Dios y de los dioses. ¿Qué iba yo a crear, si hubiera dioses?


Más allá del bien y del mal

Preludio de una filosofía del futuro


-...fue Dios, quien, al acabar su obra, se escondió tras el árbol del conocimiento bajo la forma de serpiente; así descansaba de ser Dios. Todo lo que había hecho resultaba demasiado hermoso. El diablo no es otra cosa que el ocio que Dios se concede cada siete días...


La genealogía de la moral

Una obra polémica


-“...el hombre prefiere querer incluso la nada a no querer…”


-“...pudiéndose comprobar que el hombre bueno era precisamente el que menos conocía el camino recto…”


-En estos casos lo humanitario es conservar la alegría y reírse de uno mismo bondadosamente, decir cosas serias riendo, pues decir la verdad justificaría cualquier tipo de dureza.


-Los alemanes son idealistas…


-Sin embargo, nadie me va a impedir que aquí sea grosero y les diga a los alemanes unas cuantas verdades bastante duras ¿si no, quién lo va a hacer? Me refiero a su falta de vergüenza en cuestiones históricas.


-¡El cristianismo, que no es más que la negación de la voluntad de vivir convertida en religión!


-...no he pasado ni una sola hora a gusto con los alemanes.


-...a los alemanes les faltan pies, solo tienen piernas.


-Es inútil que busque en un alemán un signo de tacto de delicadeza conmigo. La he recibido de judíos, pero, hasta la fecha, nunca de alemanes.


-Mi carácter me hace ser dulce y benévolo con todos el mundo…


-Hay más cinismo en la benevolencia que me manifiestan que en cualquier odio.


-Lo que llevo sobre mis espaldas es nada más y nada menos que el destino de la humanidad.


¿Por qué soy un destino?

Yo no soy un hombre soy dinamita pura


-Las religiones son cosa de la chusma, yo siento necesidad de lavarme las manos después de haberme relacionado con una persona religiosa.


-Pero mi verdad es terrible, pues hasta ahora a la mentira se le ha venido llamando verdad.


-El concepto de política entonces quedará absorbido en una guerra de espíritus. Todas las formaciones de poder de la vieja sociedad saltarán por los aires, ya que todas se basan en la mentira. Habrá guerras como nunca las hubo en la tierra…


-Soy el primer inmoralista: por eso soy el aniquilador por excelencia.


-Zaratustra fue el primero en advertir que el engranaje que mueve todo es la lucha entre el bien y el mal.


-...es la misma realidad que encierra en sí lo que la realidad tiene de terrible y de problemática, pues sólo así puede el hombre tener grandeza.


-Antes de mí no existía la psicología. Ser el primero en esto puede ser una maldición en cualquier caso, es un destino, pues se es también el primero al que se desprecia…


-Estar ciego respecto al cristianismo es el crimen por excelencia, el crimen contra la vida.


-Los moralistas han difundido la idea de que la sexualidad, condición previa de la vida, es algo impuro…


-...clase parasitaria de hombre (el sacerdote), quien valiéndose del engaño, ha utilizado la moral para atribuirse la prerrogativa de ser él quien determine el valor de la humanidad; esa clase de hombre que ha visto en la moral cristiana el medio de acceder al poder.


-... en lugar de predicar la salud, se ha predicado la “salvación del alma”.


-El concepto “pecado” ha sido inventado, junto con el correspondiente instrumento de tortura...

Artículo: Tatiana Sandoval

Fotografía: Patricio Vásquez


¡Muchas gracias por viajar conmigo a través de la lectura! ¡Sean felices siempre! 😃


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