20 nov 20202 Min. de lectura

Peregrinación a El Quinche

En el 2018 Patrizio y Tatiana emprendieron la caminata a El Quinche 🏃‍♀️🏃‍♂️ . En el 2019 se fueron con sus flacas pedaleando durante la noche del 16 de noviembre y la madrugada del 17 de noviembre 🚵‍♂️🚵‍♀️. Son 30 kilómetros de recorrido desde Calderón (norte de Quito) hasta la parroquia El Quinche.

La peregrinación a El Quinche se realiza anualmente, miles de devotos participan de la misma. Para muchos esta caminata sigue siendo parte de una tradición religiosa en la que se observa a diversas personas (niños, jóvenes, adultos, personas con discapacidad, personas de la tercera edad, etc.) caminando fielmente con un propósito de acuerdo con sus circunstancias. La lluvia y la neblina no son obstáculos para detenerse. Para otros, esta romería se ha vuelto parte de una novelería para los más jóvenes, quienes participan porque quieren experimentar esta actividad. Sea cuál sea la forma de unirse a esta peregrinación e independientemente de nuestras creencias, personalmente puedo decir que aunque no soy devota de determinadas prácticas del catolicismo, no me reprimo a vivir más experiencias junto a Patrizio, así me digan novelera. Aprendí a ser agradecida con la vida siempre, sobre todo en las circunstancias más adversas. En el 2018 pedí por la salud de mi papá Russbel Sandoval y por la resignación de la partida inesperada de mi hermano Michael Sandoval Pizarro. En este 2019 mi propósito fue agradecer porque mi papá ha tenido grandes avances en su salud que han asombrado a los propios expertos en medicina. Hay un ser espiritual que tiene la última palabra en nuestras vidas y ese ser (sin importar como le llamemos o los nombres que le pongamos en distintos idiomas y religiones) es quien decide lo que finalmente pasará. El agradecimiento es también por la fortaleza que he recibido para no caer, para tratar de cargar la cruz de las consecuencias de la tragedia con optimismo, escuchando los más sabios consejos y dejando de lado a quienes han lanzado piedras con sus prejuicios, pues he comprendido que no todos podemos pensar y actuar de la misma manera cuando miramos las situaciones desde afuera, cuando nos hace falta vivir aunque sea un poquito en los zapatos de los otros.