A veces me dan ganas de solo estar desnuda o semidesnuda bebiendo mi dosis diaria de café sin azúcar, sin preguntarme, sin responderme absolutamente nada, pues quiero que sólo sea una conversación en silencio entre mi taza de café y mi cuerpo libre de atavíos.
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Tatiana Sandoval
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