Dos visitas en una sola galería fotográfica, la primera en bus, la segunda en bicicleta.
Había conocido este sitio histórico a través de la “Ruta de las Parroquias” que organizaba la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Cuenca. En el calendario se registraba el 16 de octubre de 2016 y junto a mamá me encontraba en el Templete de Tarqui y casi un año después, el 26 de septiembre de 2017 (Día de la Bandera Nacional) regresé a este maravilloso lugar, en esta oportunidad cicleando en compañía de Patrizio y haciendo juntos fotografías muy particulares, de las que pudimos rescatar algunas, pues muchas se perdieron en el trajín de la vida. Pedalear desde el Centro Histórico de Cuenca hasta aquí, es otra historia, como la que les voy a contar del Templete o Portete de Tarqui como se le llama comúnmente.
Creo que a todos y a todas en la escuela y el colegio nuestros maestros nos hablaron en clases de Historia acerca de la “Batalla de Tarqui”, que se libró el 27 de febrero de 1829 (fecha que el Gobierno Nacional de Ecuador declaró como Día del Ejército Ecuatoriano, El Día del Civismo, y que además en su momento fue la fecha para que en las instituciones educativas de la región Sierra se realizara el Juramento a la Bandera), y es precisamente en este lugar que están apreciando, denominado “Portete de Tarqui”, que se ubica a pocos kilómetros de Cuenca donde aconteció este hecho importante. Antes de continuar, debo advertirles que la historia siempre es contada de distintas maneras, más aún en las batallas, donde se habla de vencedores y vencidos. Trasladémonos por un momento a la época del sueño de El Libertador Simón Bolívar, quien buscaba incansablemente consolidar la “Gran Colombia”, un proyecto ambicioso como muchos lo consideraron, un proyecto que personalmente llamo: “América del Sur Unida en un solo territorio”. Este sueño que durante las victorias parecía mantenerse real y que luego de esos momentos gloriosos solo era una utopía, tenía amenazas por todos lados, inclusive en los mismos territorios americanos que vieron la Luz de la Libertad, después de batallas sangrientas, pero cuyos habitantes lamentablemente no supieron vivir libres, pues la costumbre adicta a una monarquía que nos ordene, que nos castigue, que nos robe hasta la dignidad, que nos desaparezca con crueldad de la faz de la tierra, parecía ser más fuerte y lo sigue siendo hasta nuestros días, solo que con otro sistema de gobierno. Desde la historia, entre hermanos nos hemos enfrentado por más kilómetros de tierra, mar y cielo, es así que las tropas de la República de Perú, comandadas por el Mariscal José de La Mar y Agustín Gamarra pretendían anexar a Guayaquil y toda la región austral de lo que hoy es la República del Ecuador a su territorio, Bolívar no estaría dispuesto a permitirlo y por eso envió no al títere (como infames lo llamaron) sino a su hijo adoptivo, al Gran Mariscal Antonio José de Sucre a defender desde las tropas de la República de Colombia la pertenencia de Guayaquil, el honor y la integridad territorial. En las tropas grancolombinas que pelearon en esta batalla también figuró, el General Juan José Flores (quien más tarde se convirtió en el Primer Presidente de la República del Ecuador). Desde Ecuador hablamos de la victoria que las tropas de la Gran Colombia tuvieron sobre la vanguardia peruana, aún estando en desventaja con respecto a su número de soldados, pues las tropas peruanas duplicaban a nuestros patriotas. No obstante, la controversia marca esta batalla, pues la historiografía peruana reduce la importancia de la victoria grancolombina, desde este punto de vista no hubo derrota para las tropas peruanas, alegando que los reveses se dieron por una y otra parte, y asimismo, enfatizando la superioridad de su ejército con relación al número de soldados que combatieron, sin embargo, también se reconoce que el ejército peruano no pudo llevar a efecto el plan que tenía en mente y por el que emprendió la campaña de guerra. De cualquier forma, la historia es la que ha forjado nuestro presente, por esta razón, no podemos desconocerla.
“Parque Nacional Portete de Tarqui”
El 10 de febrero de 1965 se inició su construcción con la ayuda de los Concejos Cantonales de Cuenca y Girón, del CREA y la ciudadanía azuaya, como justo homenaje a los soldados de la patria que lucharon esta batalla.
En este parque también se encontrará una placa en honor al Mariscal Antonio José de Sucre y que nos indica lo siguiente: “El ejército peruano de ocho mil soldados que invadió la tierra de sus libertadores fue vencido por cuatro mil bravos de Colombia el veintisiete de febrero de mil ochocientos veintinueve”.
Ruta de las Parroquias
16 de octubre de 2016
En Bici desde el Centro Histórico de Cuenca hasta El Portete de Tarqui
26 de septiembre de 2017
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Patricio Vásquez & Tatiana Sandoval
Comments