Este es uno de mis mayores placeres: captar el atardecer, vislumbrar el horizonte en medio de una ciudad agitada por la depresión económica, política, social... En toda esa esfera abrumadora hay un cielo que arde de esperanza. El atardecer no es mezquino y le da el privilegio a Huaquillas de cobijarla con sus matices. En las ventanas de los edificios se refleja este hermoso atardecer y en mi cámara fotográfica lo pude contener por un instante.
Esta es la ciudad que me detengo a contemplar, esta es, porque la quiero mirar desde otra perspectiva.
Artículo: Tatiana Sandoval
Fotografía: Tatiana Sandoval
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